martes, 3 de abril de 2012

V. RECOMENDACIONES FINALES Y AGRADECIMIENTO. 4,2-23.

2Recomiendo a Evodia y lo mismo a Síntique que anden de acuerdo como cristianas que son; 3por supuesto, a ti en particular, leal compañero, te pido que les ayudes, pues ellas lucharon a mi lado por el evangelio, con Clemente y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están escritos en el registro de los vivos.
4Estad siempre alegres con el Señor; os lo repito, estad alegres. 5Que todo el mundo note lo comprensivos que sois. El Señor está cerca, 6no os agobiéis por nada; en lo que sea, presentad ante Dios vuestras peticiones con esa oración y esa súplica que incluyen acción de gracias; 7así la paz de Dios, que supera todo razonar, custodiará vuestra mente y vuestros pensamientos mediante el Mesías Jesús.
8Por último, hermanos, todo lo que sea verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo limpio, todo lo estimable, todo lo de buena fama, cualquier virtud o mérito que haya, eso tenedlo por vuestro; 9y lo que aprendisteis, y recibisteis, y oísteis, y visteis de mí o en mí, eso llevadlo a la práctica; así el Dios de la paz estará con vosotros.
10El Señor me dio mucha alegría, porque ahora podéis por fin expresar de nuevo vuestro interés por mí, pues, aunque lo sentíais, os faltaban ocasiones. 11No penséis que lo digo porque ando escaso, pues yo he aprendido a arreglarme en toda circunstancia: 12sé vivir con estrechez y sé tener abundancia; ninguna situación tiene secretos para mí, ni estar harto, ni pasar hambre, ni tener sobra, ni pasar falta; 13para todo me siento con fuerzas, gracias al que me robustece. 14Con todo, me habéis hecho un favor al tomar como vuestra mi dificultad.
15Vosotros los filipenses sabéis además que desde que salí de Macedonia y empecé la misión, ninguna iglesia, aparte de vosotros, se hizo cargo de saldar mi debe y haber. 16Ya a Tesalónica me mandasteis más de una vez un subsidio para aliviar mi necesidad; 17no es que yo busque el regalo, busco que los intereses se acumulen en vuestra cuenta.
18Éste es mi recibo por todo: tengo de sobra, he quedado bien provisto al recibir lo que mandáis con Epafrodito: es un incienso perfumado, un sacrificio aceptable que agrada a Dios. 19Mi Dios, por su parte, cubrirá todas vuestras necesidades con sus inagotables riquezas por medio del Mesías Jesús. 20A Dios nuestro Padre la gloria por los siglos de los siglos, amén.
21Recuerdos a todo consagrado por el Mesías Jesús. Os mandan saludos los hermanos que están conmigo; 22os saludan también todos los consagrados, especialmente los que están al servicio del emperador. 23El favor del Señor os acompañe.

EXPLICACIÓN.

2-23. La desunión que apuntaba en la comunidad (2,1-4) se manifestaba agudamente en una discordia entre dos mujeres, por otro lado muy dedicadas al evangelio. Se ignora quién fuese el leal compañero a quien alude Pablo; el registro de los vivos, lit. "el libro de la vida" (2-3).

Exhortaciones finales. Alegría (Rom 14,17; Gál 5,22). Actitud ante los de fuera. Oración confiada: su resultado será la paz que Dios comunica reavivando en el hombre la experiencia de su amor (4-7).

Ámbito de interés para los cristianos: todo lo que es bueno dondequiera se encuentre. Nada de comunidad cerrada ni aislada de su ambiente cultural. Para que la alusión sea más clara, usa el término estoico virtud, que nunca se encuentra en los evangelios ni en los escritos de Pablo referido a cristianos (en el NT, sólo en escritos tardíos como 2 Pe 1,3). Para la práctica, los remite a su enseñanza y a su ejemplo (8-9). A diferencia de Romanos o Efesios, en esta carta no se encuentra ninguna diatriba contra las costumbres paganas; al contrario, el blanco de las invectivas de Pablo son los judíos (3,2ss.18s).

Agradecimiento por la ayuda económica. Concepto de la pobreza apostólica: no consiste en buscar privaciones, sino en aceptar cualquier nivel de vida que exija la misión. El apóstol no se condena a la indigencia, pero tampoco la teme. El Señor que da la misión proporciona también las fuerzas para soportar lo que haga falta. Ninguna situación tiene secretos para mí (12), lit. "estoy iniciado en todo y a todo" (10-14). Desde que empecé la misión (15), lit. "en el principio del evangelio", es decir de su actividad evangelizadora en Grecia. Se hizo cargo... haber (15), lit. "participó en cuenta de debe y haber" (15-17). El amor de obra es lo que agrada a Dios y toma el lugar de los antiguos sacrificios (18). Dios responde con su generosidad a la generosidad con los otros (19). Doxología (20).


Despedida; hay cristianos entre los que están al servicio del emperador, lit. los de la casa del César, expresión que puede referirse a los del palacio imperial de Roma (quizá los pretorianos de 1,13), o a empleados de la administración imperial en provincias. Durante su prisión, Pablo debe de haber tenido frecuentes contactos con ellos. El favor del Señor es la expresión de su amor (21-23).

ANTÍTESIS ENTRE LAS DOS MENTALIDADES. 3,17-4,1.

17Hermanos, seguid todos mi ejemplo y tened siempre delante a los que proceden según el modelo que tenéis en nosotros, porque andan por ahí muchos... 18¡Cuántas veces os los he señalado, y ahora lo hago con lágrimas en los ojos, a esos enemigos de la Cruz del Mesías! 19Su paradero es la ruina, honran a Dios con el estómago y ponen su gloria en sus vergüenzas, centrados como están en lo terreno.
20Nosotros, en cambio, somos ciudadanos del cielo, de donde aguardamos como salvador al Señor Jesús, el Mesías; 21él transformará la bajeza de nuestro ser reproduciendo en nosotros el esplendor del suyo, con esa energía que le permite incluso someterse el universo. 4 1De modo que, hermanos míos queridos y añorados, mi alegría y mi corona, mis amigos, manteneos así fieles al Señor.

EXPLICACIÓN.

3,17-4,1. Una vez explicada su postura, Pablo se pone como ejemplo (17). Enemigos de la cruz del Mesías (18), como en 3,2, los judíos; eran éstos quienes se gloriaban de sus vergüenzas, es decir, de la circuncisión; honran a Dios con el estómago (19), lit. "su Dios, el estómago"; se trata, en el caso de los judíos, del valor supremo que atribuyen a las prescripciones sobre alimentos; la traducción procura evitar el malentendido; centrados, cf. Col 3,2; en lo terreno, los ritos y observancias sobre cosas materiales.


La realidad cristiana, en contraste con lo anterior. Somos ciudadanos del cielo, condición actual del cristiano: en la esfera divina o "cielo" está Jesús, objeto de su adhesión, de ella ha recibido el Espíritu que impulsa su vida. Esta ciudadanía ha de ser consumada. Mantiene Pablo su concepción de la venida del Mesías, aunque ya sin el aspecto de inminencia (cf. 1 Cor 7,29); la esperanza de la futura gloria se apoya en el conocimiento de la fuerza de Jesús exaltado, y estimula a la fidelidad (3,20-4,1).

RENUNCIANDO, GANA AL MESÍAS. 3,7-16.


7Sin embargo, todo eso que para mí era ganancia, lo tuve por pérdida comparado con el Mesías; 8más aún, cualquier cosa tengo por pérdida al lado de lo grande que es haber conocido personalmente al Mesías Jesús, mi Señor. Por él perdí todo aquello y lo tengo por basura con tal de ganar al Mesías 9e incorporarme a él, no por tener la propia rectitud que concede la Ley, sino la que viene por la fe en el Mesías, la rectitud que Dios concede como respuesta a la fe. 10Quiero así tomar conciencia de su persona, de la potencia de su resurrección y de la solidaridad con sus sufrimientos, reproduciendo en mí su muerte 11para ver de alcanzar como sea la resurrección de entre los muertos.
12No es que ya haya conseguido el premio o que ya esté en la meta; sino corriendo a ver si lo obtengo, pues el Mesías Jesús lo obtuvo para mí. 13Hermanos, yo no pienso haberlo ya obtenido personalmente, y sólo una cosa me interesa: olvidando lo que queda atrás y 14lanzándome a lo que está delante, correr hacia la meta, para coger el premio al que Dios llama desde arriba por el Mesías Jesús.
15¡A ver, los hombres hechos, ésta es nuestra línea! Y si en algún punto pensáis de otro modo, Dios se encargará de aclararos también eso. 16En todo caso, seamos consecuentes con lo ya alcanzado.


EXPLICACIÓN.

7-16. Después de su conversión, cuando ha desechado todos los valores vigentes en su sociedad, el centro de Pablo no es su "yo", sino Jesús, el Mesías/Salvador. Conocido personalmente (8), sentido del griego gnôsis, conocimiento por experiencia. Pablo no busca ya que Dios lo apruebe por ser fiel a los preceptos de una Ley, sino por su fe en el Mesías; la entrega a éste por la fe/adhesión lo lleva a parecerse a él lo más posible. La incorporación a él por la fe/adhesión resulta en una toma de conciencia de su presencia y actividad (Gál 2,19s), aceptando con él las penalidades (Col 1,24), muriendo con él al pecado (Rom 6,3-5), a la Ley (Gál 1,24), y a los principios del mundo (Rom 12,2; Gál 6,14); esa muerte lleva a la vida (7-11).

Comparación con las carreras en el estadio (cf. Rom 9,30s; 1 Cor 9,24-26). No hay que retroceder, hay que ir adelante. Lo obtuvo para mí (12), pasiva de verbo ditransitivo (katelêmphthên, cf. el inglés "I was given"). No importa lo hecho, sino lo que queda por hacer (12-14).

Los hombres hechos, los cristianos maduros, entre los que Pablo se incluye (cf. 1 Cor 2,6; 14,20); prácticamente equivalen a "los hombres de espíritu" (1 Cor 3,1; Gál 6,1). La actitud propia de ellos es la que acaba de exponer. En la praxis, Dios les irá aclarando los puntos oscuros (15); seamos consecuentes, lit. "sigamos derecho" (16).

IV. OFENSIVA DE LOS PARTIDARIOS DE LA LEY. El ideal que proponen fue el de Pablo. 3,1b-6.

1bRepetiros lo ya dicho otras veces no me cuesta a mí nada y a vosotros os dará seguridad. 2¡Ojo con esos perros, ojo con esos malos obreros, ojo con la mutilación! 3Porque los circuncisos somos nosotros, que damos culto con el Espíritu de Dios y que ponemos nuestra gloria en el Mesías Jesús sin confiar en lo propio nuestro. 4Aunque lo que es yo, ciertamente tendría motivos para confiar en lo propio, y si algún otro piensa que puede hacerlo, yo mucho más; 5circuncidado a los ocho días de nacer, israelita de nación, de la tribu de Benjamín, hebreo de pura cepa y, por lo que toca a la Ley, fariseo; 6si se trata de intolerancia, fui perseguidor de la Iglesia, si de la rectitud que propone la Ley, era intachable.

EXPLICACIÓN.

3,1b-6. Los individuos a quienes ataca Pablo parecen ser judíos, no cristianos judaizantes. Se ve que en Filipos los judíos ejercían un fuerte proselitismo, queriendo imponer sus prácticas religiosas, con el espejuelo de la perfección a que lleva la observancia de una Ley. No es la primera vez que se presenta el problema. Perros, para los judíios animales inmundos, era un epíteto que ellos aplicaban a los paganos; Pablo invierte los términos. Al rito de la circuncisión, que, según los judíos, integraba en el pueblo escogido, Pablo lo califica de "mutilación" (cf. Gál 5,12); el término abstracto está usado por el colectivo: "los circuncisos" o "mutilados". Los verdaderos circuncisos ((los circuncisos somos nosotros, lit. "la circuncisión (abstracto por colectivo) somos nosotros")), es decir, los que realmente gozan de una relación privilegiada con Dios, son los que participan del Espíritu (1b-3). Pablo, como fariseo, centrado en sí mismo y en sus privilegios y méritos personales. La tribu de Benjamín se había mantenido siempre fiel a la dinastía de David; hebreo de pura cepa, lit. hebreo hijo de hebreos, en relación con la gran estima que tenían los judíos de la pureza de sangre (4-6).

III. ENVÍO DE TIMOTEO Y VUELTA DE EPAFRODITO. 2,19-3,1a.

19Con la ayuda del Señor Jesús espero mandaros pronto a Timoteo, para animarme yo también recibiendo noticias vuestras; 20porque no tengo ningún otro amigo íntimo que se preocupe lealmente de vuestros asuntos; 21todos sin excepción buscan su propio interés, no el de Jesús Mesías. 22De Timoteo, en cambio, conocéis la calidad, pues se puso conmigo al servicio del evangelio como un hijo con su padre; 23éste es el que espero mandaros en cuanto barrunte lo que va a ser de mí, 24aunque con la ayuda del Señor, confío en ir pronto personalmente.
25Por otra parte, me considero obligado a mandaros de vuelta a Epafrodito, mi hermano, colaborador y compañero de armas, al que enviasteis vosotros para atender a mi necesidad. 26Él os echaba mucho de menos y estaba angustiado porque os habíais enterado de su enfermedad. 27De hecho estuvo para morirse, pero Dios tuvo compasión de él; no sólo de él, también de mí, para que no me cayera encima pena tras pena. 28Os lo mando lo antes posible, para que viéndolo volváis a estar alegres y yo me sienta aliviado. 29Recibidlo, pues, cristianamente con la mayor alegría; estimad a hombres como él, 30que por la causa de Cristo ha estado a punto de morir, exponiendo su vida para prestarme en lugar vuestro el servicio que vosotros no podíais.
3 1aPor lo demás, hermanos míos, estad alegres con el Señor.

EXPLICACIÓN.


19,3,1a. Escasez de colaboradores (19-21). Estima de Pablo por sus auxiliares. Tito había sido encargado de una delicada misión en Corinto (cf. 1 Cor 4,17). Epafrodito pertenecía a la comunidad de Filipos (22-28). Acogida (29-30). Alegría cristiana (3,1a).

II. EVITAR LAS DIVISIONES. 2,1-18.

2 1Entonces, si hay un estímulo en el Mesías y un aliento en el amor mutuo, si existe una solidaridad de espíritu y un cariño entrañable, 2hacedme feliz del todo y andad de acuerdo, teniendo un amor recíproco y un interés unánime por la unidad. 3En vez de obrar por egoísmo o presunción, cada cual considere humildemente que los otros son superiores 4y nadie mire únicamente por lo suyo, sino también cada uno por lo de los demás.
5Entre vosotros tened la misma actitud del Mesías Jesús:

6Él, a pesar de su condición divina,
no se aferró a su categoría de Dios;
7al contrario, se despojó de su rango
y tomó la condición de esclavo,
haciéndose uno de tantos.
Así, presentándose como simple hombre,
8se abajó, obedeciendo hasta la muerte
y muerte en cruz.
9Por eso Dios lo encumbró sobre todo
y le concedió el título que sobrepasa todo título;
10de modo que a ese título de Jesús
toda rodilla se doble
-en el cielo, en la tierra, en el abismo-
11y toda boca proclame (Is 45,23)
que Jesús, el Mesías, es Señor,
para gloria de Dios Padre.

12Por tanto, amigos, igual que en toda ocasión habéis obedecido, seguid realizando vuestra salvación escrupulosamente, no sólo cuando yo esté presente, sino mucho más ahora en mi ausencia; 13porque es Dios quien activa en vosotros ese querer y ese actuar que sobrepasan la buena voluntad.
14Cualquier cosa que hagáis sea sin protestas ni discusiones, 15para ser irreprochables y límpidos, hijos de Dios sin tacha en medio de una gente torcida y depravada, 16entre la cual brilláis como lumbreras del mundo, manteniendo un mensaje de vida. El día del Mesías eso será una honra para mí, que mis trabajos no fueron inútiles en mis fatigas tampoco. 17Y aun suponiendo que mi sangre haya de derramarse sobre el sacrificio litúrgico que es vuestra fe, yo sigo alegre y me asocio a vuestra alegría; 18pues lo mismo vosotros, estad alegres y asociaos a la mía.

EXPLICACIÓN.

1-18. Indicios de división en la comunidad. Para evitarla, apela a la experiencia cristiana de los filipenses (estímulo, aliento, solidaridad, cariño) (1). Hacedme feliz del todo, lit. "colmad mi alegría". 

La comunidad cristiana se realiza por el amor mutuo, es decir, por la aceptación recíproca, la disposición a ayudar y la identidad de objetivos, aunque no necesariamente de ideas. Los sentimientos de superioridad y las miras egoístas la destruyen (2-4).

Modelo, la actitud de Jesús, el Mesías/Salvador (5): Él poseía la condición divina por la plena comunicación del Espíritu de Dios, pero no quiso actuar en la historia desde el nivel de su superioridad, sino como un hombre cualquiera. Renunció al honor que le correspondía y llegó a entregar su propia vida. No se aferró (6), lit. "no consideró una presa" de la que alardear; se despojó de su rango, lit. "se vació". Presentándose como simple hombre (7), lit. "en su aspecto/en su exterior fue hallado como hombre"; la traducción "presentarse" es el correlativo de "ser hallado"; la frase del original "en su exterior como hombre", implica la carencia de notas distintivas, lo que corresponde a "como simple hombre". Título (9): el griego onoma indica una designación de la persona, por su nombre, calidad, dignidad o función; aquí se refiere a Señor (11) que es título de dignidad (cf. Ef 1,23).

La obediencia o respuesta de Jesús es total: acepta incluso la muerte en cruz (8). Exaltación como consecuencia de su abajamiento. Señor (11) título divino. La divinidad del Hombre Jesús, oculta en un principio, ha de ser reconocida universalmente; para gloria de Dios Padre, (10-11). La calidad poética y la simetría de este pasaje (2,6-11), su estilo y contenido, tan diferentes de lo que precede y sigue, sugieren que se trata de un poema o himno cristiano ya existente, que Pablo inserta en la carta, quizá adaptándolo.

Amigos míos (12), lit. "queridos míos". Por su paralelo con la obediencia/respuesta de Jesús, también la de los filipenses es obediencia a Dios; por lo demás, en el contexto de la relación Padre-hijos, no significa sumisión, sino, como en Jesús, la libre respuesta inspirada por el amor. Escrupulosamente, lit. "con temor y temblor", cf. 2 Cor 7,15; Ef 6,5. No faltan medios para actualizar la salvación, pues Dios mismo ayuda y capacita (13). La oposición entre querer y obrar, propia del régimen de la Ley (Rom 7) queda superada en el régimen de la gracia/amor: el hombre puede ser consecuente con sus principios.


Para ir haciendo realidad la salvación, vivir unidos sin discordia (14): la unión es la que hace hijos de Dios; ella es la que purifica (cf. Ef 1,4) (15). Este testimonio de concordia es el que el mundo necesita, y ése es el objetivo que Pablo pretende con su labor (16). La iglesia ha de ser "esperanza hecha visible" del ideal humano de fraternidad y ayuda mutua. Mi sangre haya de derramarse (17), lit. "que yo sea derramado”; el sacrificio litúrgico, lit. "el sacrificio y la liturgia", hendíadis. Los términos cultuales se aplican a la vida cristiana en su doble dimensión de fe/fidelidad a Dios y amor al prójimo. Si dar culto significa honrar a Dios, para el cristiano el culto es la vida misma en la práctica del amor (cf. 4,18; Rom 12,1s; 1 Pe 2,9). Las dificultades no son motivo de tristeza, sino de alegría (18).

I. NOTICIAS PERSONALES Y RECOMENDACIÓN. 1,12-30.

12Además, quiero que sepáis, hermanos, que esto que me ocurre más bien ha favorecido el avance de la buena noticia, 13pues el entero pretorio y todos los demás ven claro que estoy en la cárcel por ser cristiano, 14y la mayoría de los hermanos, alentados por mi prisión a confiar en el Señor, se atreven mucho más a exponer el mensaje sin miedo.
15Es verdad que algunos proclaman el Mesías por envidia y antagonismo hacia mí; otros, en cambio, lo hacen con buena intención; 16éstos porque me quieren y saben que me han encargado de defender el evangelio; 17los otros anuncian al Mesías por rivalidad, jugando sucio, pensando en hacer más penoso mi encarcelamiento.
18¿Qué más da? Al fin y al cabo, de la manera que sea, con segundas intenciones o con sinceridad, se anuncia a Cristo y yo me alegro; 19más aún, me seguiré alegrando, porque sé que todo será para mi bien, gracias a vuestras oraciones y al espíritu de Jesús el Mesías que me socorre. 20Tal es mi expectación y mi esperanza, que en ningún caso saldré fracasado, sino que, viva o muera, ahora como siempre se manifestará públicamente en mi persona la grandeza de Cristo. 21Porque para mí vivir es Cristo y morir ganancia. 22Por otra parte, si vivir en este mundo me supone trabajar con fruto, ¿qué elegir? No lo sé. 23Las dos cosas tiran de mí: deseo morirme y estar con Cristo (y esto es con mucho lo mejor); 24sin embargo, quedarme en este mundo es más necesario por vosotros. 25Convencido de esto, siento que me quedaré y estaré a vuestro lado, para que avancéis alegres en la fe, 26de modo que vuestro orgullo de ser cristianos rebose por causa mía cuando me encuentre de nuevo entre vosotros.
27Una sola cosa: vivid a la altura de la buena noticia del Mesías, de modo que ya sea que vaya a veros o que tenga de lejos noticias vuestras, sepa que os mantenéis firmes en el mismo espíritu y que lucháis juntos como un solo hombre por la fidelidad a la buena noticia, 28sin el menor miedo a los adversarios; esto será para ellos signo de derrota, para vosotros de victoria, todo por obra de Dios. 29Porque a vosotros se os ha concedido el privilegio de estar del lado de Cristo, no sólo creyendo en él, sino sufriendo por él, 30enzarzados como estáis en el mismo combate; ése en que me visteis una vez y que ahora conocéis de oídas.

EXPLICACIÓN.

12-30. La prisión de Pablo tiene efectos positivos, pues se sabe que no es un criminal, sino que está preso por el evangelio. El pretorio: si Pablo estaba en Roma, significaba probablemente "el cuartel", indicando que estaba custodiado por soldados de la guardia pretoriana o imperial; si estaba en una provincia, designaría la residencia del gobernador. La persecución no desanima; al contrario, la prisión de Pablo estimula a los hermanos a proponer el mensaje cristiano (12-14). Sin embargo, no todos están de su parte ni actúan de buena fe. Envidia de los éxitos de Pablo y antagonismo por lo radical de su postura. Querían sin duda propagar sus puntos de vista aprovechando que Pablo estaba impedido de actuar. Jugando sucio, lit. "no limpiamente" (15-17).

Reacción de Pablo: su fama le importa poco, lo único que le interesa es que Jesús Mesías sea conocido; ante eso, no cuenta la actitud que tenga respecto a él. Con realismo, reconoce las mañas de sus antagonistas, pero no les guarda rencor (18). Será para bien, lit. "resultará en salvación", referido al resultado del juicio (19). Éste, sin embargo, no es seguro: puede obtener la libertad o ser condenado a muerte. Pablo no se espanta, para él la muerte es cosa accidental, pues lleva dentro de sí la vida de Cristo, por la fe o adhesión total a él. La grandeza del Mesías, que da la fortaleza para arrostrar la persecución, es ya visible en la persona de Pablo (20). Dilema: vida o muerte. Expresa sus propios sentimientos: morir es ganancia, porque significa estar con el Señor; pr otra parte, vivir es más necesario, por el bien de los demás. El criterio de preferencia es el progreso del evangelio (21-24). Perspectiva de futuro; espera trabajar entre los filipenses. Avanzar alegres en la fe, crecimiento en la madurez cristiana; la alegría es efecto del Espíritu (Gál 5,22). Orgullo de ser cristianos, lit, "orgullo... en Cristo Jesús", cf. 1,8 (25-26).


Exhortación. La comunidad de Filipos no está realmente en peligro, pero Pablo previene a sus miembros de los posibles ataques al evangelio (explicados en cap.3). Los filipenses habían sufrido por Cristo, sin duda durante la persecución que causó la expulsión de Pablo (Hch 16,19ss). Su conversión había sido puesta a prueba sin tardar. Derrota, victoria, lit. "salvación, perdición", cf. 1,19s. Me visteis una vez: en Filipos, Pablo había sido encarcelado, cf. Hch 16,19-40 (27-30).

lunes, 2 de abril de 2012

CARTA A LOS FILIPENSES. 1,1-11

1 1Pablo y Timoteo, siervos del Mesías Jesús, a todos los consagrados por el Mesías Jesús que residen en Filipos, con sus encargados y auxiliares; 2Os deseamos el favor y la paz de Dios nuestro Padre y del Señor, Jesús Mesías.
3Doy gracias a mi Dios por todo lo que recuerdo de vosotros; 4cada vez que pido por todos vosotros siempre lo hago con alegría, 5por la parte que habéis tomado en anunciar la buena noticia desde el primer día hasta hoy; 6seguro además de una cosa, de que aquel que dio principio a vuestra buena empresa le irá dando remate hasta el día del Mesías, Jesús.
7Esto que siento de vosotros está justificado: os llevo muy dentro, pues tanto durante mi prisión como durante mi defensa y confirmación de la buena noticia todos tenéis parte conmigo en el privilegio que me ha tocado. 8Bien sabe Dios con qué cariño cristiano os echo de menos.
9Y esto pido en mi oración: que vuestro amor crezca todavía más y más en penetración y en sensibilidad para todo; 10así podréis vosotros acertar con lo mejor y llegar genuinos y sin tropiezo al día del Mesías, 11colmados de ese fruto de rectitud que viene por Jesús Mesías, para gloria y alabanza de Dios.

EXPLICACIÓN.

1-11. Remitente y destinatarios. Pablo no invoca su título de apóstol, que en Filipos estaba fuera de discusión. Tampoco menciona a la "iglesia/comunidad". Aunque Timoteo aparece como remitente junto a Pablo (cf. 2 Cor, Col, Flm 1 y 2 Tes), sólo este último habla a lo largo de la carta /cf. 1,3ss). Timoteo es mencionado de nuevo en 2,19s; había acompañado a Pablo en su primera visita a Macedonia (Hch 16,1.3.10.13) y había vuelto más tarde a aquella provincia (Hch 19,22; 20,1.4). Siervos, Cf. Rom 1,1; Tit 1,1, expresa probablemente que se consideran propiedad de Jesús Mesías/Salvador (cf. 1 Cor 3,23; 7,22); en el AT, "siervo de Dios" se aplicaba a los profetas (Am 3,7; Jr 7,25; Dn 9,6) y a los líderes del pueblo: a Moisés (Jos 1,2), a Josué (Jue 2,8), a David (Sal 78,70; 89,4.21).

La carta se dirige a toda la comunidad (a todos los consagrados, cf. Rom 1,7). Encargados y auxiliares, mejor que "obispos y diáconos", términos que no habían adquirido aún el sentido preciso de tiempos posteriores; ambos términos se usaban tanto en el mundo griego como en el judío de la época. Encargado/epískoposparece designar a un administrador de los bienes de la comunidad. Su mención estaría en relación con la ayuda prestada a Pablo (cf. 4,10-20) (1-2).

Exordio (3-11). Pablo da gracias a Dios por la colaboración de los filipenses en la obra de evangelización hasta el presente (3-5) y también por el futuro, cierto de que continuarán con el mismo espíritu. Confianza en Dios. El entusiasmo por la propagación del evangelio muestra la autenticidad de la fe de los filipenses (6).

Su apoyo a Pablo; éste ha comparecido a juicio al menos una vez, y ha pronunciado una defensa que le ha servido para consolidar el evangelio. Os hacéis solidarios: los filipenses se han puesto decididamente del lado de Pablo; privilegio, la persecución (7); cariño cristiano, lit. "entrañas (sede del afecto) del Mesías Jesús (modo de designar lo propio cristiano)" (8).


Oración por los filipenses: el crecimiento del amor tendrá dos efectos: clarividencia para acertar (saber distinguir) con lo mejor; una conducta plenamente coherente con el amor (9-11).

DIVISIÓN.

SALUDO Y EXORDIO (1,1-11).

I. NOTICIAS PROPIAS Y RECOMENDACIONES (1,12-30).
II. EVITAR LAS DIVISIONES (2,1-18).
III. ENVÍO DE TIMOTEO Y VUELTA DE EPAFRODITO (2,19-3,1a).
IV. LA OFENSIVA DE LOS PARTIDARIOS DE LA LEY (3,1b-4,1).
V. RECOMENDACIONES FINALES Y AGRADECIMIENTO DE PABLO (4,2-20).

CONTENIDO.

Es la carta de la alegría cristiana (1,4.8.25; 2,2.17.18.28.29; 3,1a; 4,1.4.10), incluso ante la perspectiva de la muerte (2,28). Otro tema o, mejor, presupuesto del escrito podría enunciarse: "Cristo sobre todo"; lo único que importa es que se proclame y se reconozca su grandeza, sea con una vida de testimonio y de trabajo, sea con la muerte. De ahí la valentía de Pablo (1,20; 2,17) y su indiferencia ante el antagonismo que le muestran algunos (1,15-17). "Si alguien está con Jesús Mesías, no importa que esté contra mí", podría traducirse su actitud (1.18).

Preocupaban a Pablo las faltas de los filipenses, que se dejaban llevar de rivalidades y presunciones (2,1-4). Para remediar las divisiones internas, les propone el ejemplo de Cristo, citando en términos de abajamiento, muerte y exaltación, por la que Jesús recibe el título divino de "Señor".

Los filipenses deben responder a Dios traduciendo en obras la salvación ya concedida (2,12), particularmente mostrando su unión en medio de un mundo dividido; éste es el mensaje de vida propio del testimonio cristiano, y en él pone Pablo el éxito de su obra apostólica (2,14-16). Es de notar la concordia entre el querer y el obrar que Pablo considera normal en la vida cristiana, gracias a la acción de Dios (2,13); es la situación diametralmente opuesta a la del hombre encerrado en sí mismo (Rom 7,15-25) sujeto a la Ley y vencido por los malos instintos (Gál 5,17-18). Sólo el amor fraterno permite acertar con la línea de acción que conviene (1,9-10).

Otro rasgo notable de la carta es su apertura hacia el mundo pagano. Al particularismo judío opone Pablo la comprensión con todo hombre y la estima de lo bueno, dondequiera que se encuentre, sin juzgar con prejuicios partidistas (4,5.8-9). Él mismo se muestra tolerante con los que no están de acuerdo con su doctrina (3,15-16).


En resumen: la vida cristiana, según esta carta, está centrada en Cristo, en el presente (1,21; 3,7-11) y en la esperanza del futuro (1,23: 3,20-21); se manifiesta en el afecto, unión, amor y alegría de la comunidad cristiana (2,2-4; 3,1a; 4,4). Su testimonio ante el mundo es la unión (2,14-16a): su culto, animado por el Espíritu de Dios (3,3), consiste en la fe y en la ayuda al prójimo (2,17; 4,18); no se apoya en observancias sino en la fe en Cristo, por la que Dios salva (3,18-20), y ésta debe de traducirse fielmente en la conducta (2,12; 3,12-14), con la ayuda de Dios (2,13). En esto consiste ser hijo de Dios sin tacha (2,15).

DESTINATARIOS.

La colonia judía de Filipos era, sin duda muy escasa, pues no tenía sinagoga; se reunía para sus oraciones fuera de la ciudad, a la orilla del río (Hch 16,13). A pesar de la conversación de Lidia y de su familia (ibid., 13-15), la casi totalidad de la comunidad debía de ser de origen pagano.

En la iglesia de Filipos existían algunos cargos, "episcopoi" y "diákonoi" (encargados y auxiliares, 1,1), términos que no tenían el sentido técnico posterior de obispos y diáconos, y que nunca aparecen en las otras cartas dirigidas a comunidades. Es difícil precisar cuál fuera su función. Sin embargo, como la carta se propone dar las gracias efusivamente por el subsidio que envían los filipenses (4,10-20), parece natural mencionar a los que se encargaban de la administració. Estos dos cargos serían equivalentes al "encargado" (proistámenos) y al que "reparte la asistencia" (eleón) de Rom 12,8, que también se encuentran en contexto administrativo (precedidos por "el que contribuye").

La carta se distingue de otras, como Gál o Rom, por el hecho de que en ella no desarrolla Pablo argumentaciones para probar que los paganos tienen derecho a los bienes mesiánicos ni, paralelamente, propone una teología por la que demuestre que los paganos se integran en la descendencia de Abrahán (Gál 3,6-14; 5,21-31) o están injertados en el tronco del pueblo escogido (Rom 11,17-24). Esto significa, sin duda, que la fe de la comunidad de Filipos no estaba amenazada por misioneros judeocreyentes, que pretendían mezclar el mensaje cristiano con las tradiciones judías. Lo que parece haber existido en Filipos, en cambio, era un agresivo proselitismo judío, y a él van dirigidos los violentos ataques de Pablo (3,2-6.17-19). Su postura y lenguaje, sin ninguna concesión a los privilegios de Israel (3,2.18s), hacen pensar en la época final de la vida de Pablo, después de su llegada a Roma (61 d. C), donde, según la narración de los Hechos, abandona definitivamente los restos de su nacionalismo judío (Hch 28,17-31).

Esto se confirma porque no aparece en Flp ninguna condenación en bloque contra el paganismo (cf. Rom 1,18ss), al estilo de la polémica judía. Por el contrario, Pablo se muestra abierto hacia los valores humanos que existen en la cultura pagana (4,8). Flp podría ser así el último escrito auténtico de Pablo. Muestra plena confianza en los filipenses (1,3-7; 2,12; 4,1), aunque algunos parecían impresionados por la propaganda (3,2.15.17). No existía, sin embargo, ninguna frialdad entre los filipenses y Pablo (1,7.26; 4,1.10).


A pesar de todo, la situación interna de la comunidad no era todo lo buena que cabía desear. Existía división, causada por las ínfulas y el egoísmo de algunos (2,1-4), había protestas y discusiones (2,14), diferencias de opinión (3,15) y una querella manifiesta entre dos mujeres eminentes por su dedicación (4,2). Esto, sin embargo, no había sido un obstáculo a la actividad de los filipenses en propagar el evangelio (1,5), a pesar de las dificultades (1,29), ni a su decidida solidaridad con Pablo (1,7).

INTRODUCCIÓN. OCASIÓN DE LA CARTA.

La ciudad de Filipos fue el primer lugar de Europa donde se predicó el Mensaje cristiano (Hch 16,6-40). Siendo antes un pueblo sin importancia, recibió su nombre y su rango de Filipo, padre de Alejandro Magno. Augusto la hizo el año 31 a.C. colonia romana (Hch 16,12), instaló veteranos de su ejército y le concedió los privilegios de ciudad romana sujeta sólo al gobierno imperial.

Pablo llegó a Filipos en la segunda fase de la misión, en el año 49 o 50; fue allí donde por primera vez lo denunciaron a una autoridad romana, acusándole a él y a sus compañeros de ser agitadores judíos y de introducir costumbres no romanas (Hch 16,20-21); allí invocó Pablo por primera vez sus derechos de ciudadano romano (ibid.,37. Él mismo tenía la impresión de que, a partir de Filipos, empezaba una nueva etapa de su actividad (Flp 4,15).

La carta, cuya autenticidad no ofrece duda, se escribe desde la cárcel, probablemente en Roma, después del año 61. La ocasión inmediata fue la vuelta a Filipos de Epafrodito, probable portador de la carta, recién salido de una enfermedad muy grave (2,27). Había sido enviado por la comunidad de Filipos  para atender a Pablo en la cárcel (2,30), llevándole al mismo tiempo algún dinero para su mantenimiento (4,10.14.18). No era la primera vez que los filipenses ayudaban a Pablo económicamente (4,15-16) y, contra su costumbre, Pablo aceptaba esta señal de interés (1 Tes 2,9; 1 Cor 9,12.15; 2 Cor 11,7-11; Hch 20,34-35).


Cuando escribe la carta ya ha comparecido Pablo ante el tribunal por lo menos una vez y ha aprovechado su defensa para consolidar el evangelio (1,7). La sentencia está pendiente todavía y no es seguro si lo pondrán en libertad o lo condenarán a muerte (1,20). Su actividad durante el encarcelamiento ha convencido a todos de que no es un delincuente común, sino que está acusado por ser cristiano (1,13), es decir, por motivos político-religiosos (cf. Hch 16,21; 17,7; 19,26-27).

SIGNIFICADO DE PABLO.

El "Corpus Paulinum" comprende catorce escritos, de los que siete se consideran auténticos de Pablo: Rom, 1 y 2 Cor, Gál, Flp, 1 Tes, Flm; la autenticidad de los otros se discute (cf. las respectivas introducciones).

No hay que buscar en los escritos paulinos una exposición sistemática ni un compendio del mensaje de Jesús. Son escritos ocasionales que tratan de cuestiones particulares o explican ciertos puntos controvertidos. Gál y Rom, por ejemplo, se centran en la cuestión de la Ley, caducada con el Mesías; 1 Cor trata de problemas de la comunidad; Col refuta las doctrinas que amenazaban a aquella iglesia; Flp, por su parte, comunica noticias y expresa agradecimiento.

No falta, sin embargo, en ninguna carta la aplicación del evangelio a aspectos de la vida concreta, según los problemas que presentaba su difusión en los diversos ambientes.

La doctrina de Pablo, que no es invento humano (Gál 1,11), supone la vida y enseñanza de Jesús, pero se centra en su obra redentora, cruz y resurrección, y en el Señor presente en la comunidad. Su importancia reside, sobre todo, en la transposición del mensaje evangélico a nuevas categorías culturales, judías y helenísticas. La diversidad y riqueza de datos y formulaciones que contienen las cartas son imposibles de resumir. Sölo puede decirse que su encuentro con Jesús Mesías marcó a Pablo de por vida y que la revelación recibida sobre la abolición del antiguo camino de la Ley lo hizo el doctor de la gratuidad de la salvación y de la libertad cristiana.

Lc expone en los Hechos la evolución de Pablo desde su conversión hasta Roma.

VIDA DE PABLO.

Saulo o Saúl, conocido más tarde por Pablo, era natural de Tarso, ciudad de Cilicia en la costa sur de Asia menor (Hch 22,3). Joven aún (entre 25 y 40 años) cuando la muerte de Esteban (año 33 o 36, Hch 7,58), "viejo" en Flm 9, muerte hacia el 67, debió nacer en los primeros años del siglo.

Su familia era hebrea (Flp 3,5), de la tribu de Benjamín (Rom 11,1). Tenía una hermana y un sobrino (Hch 23,16). Por ser nacido en Tarso, ciudad libre, era ciudadano romano (Hch 22,25-29; 16-37; 23,27), conocía bien el griego y su uso del método de la diatriba indica que tuvo alguna formación helenística (cf. Introd. a Rom,3).

Era fariseo (Hch 23,6; 26,5; Gál 1,14; Flp 3,6), en Jerusalén fue alumno de Gamaliel, rabino famoso (Hch 22,3; cf. 5,34) y hablaba arameo (Hch 21,40; 26,14). Dada la misión que se le confió contra los cristianos de Damasco, debía ser hombre importante; ciertamente tenía delante de sí una brillante carrera.

En el camino de Damasco tuvo un encuentro con Jesús resucitado, que cambió su vida; de perseguidor se convierte en apóstol, su campo de misión serán los paganos (Gál 1,13-17; Hch 9,3-19; 22,6-16; 26,12-18).

Bautizado en Damasco (Hch 9,1), se marcha a Arabia (Gál, 1,17, probablemente el reino de Aretas IV en Transjordania), sin duda para su primera misión. Al volver de Arabia pasa tres años en Damasco (Gál 1,18; Hch 9,23) predicando en las sinagogas. Lo persiguen los judíos, apoyados por el gobernador de Aretas (2 Cor 11,32) y huye a Jerusalén, donde visita a Pedro (Gál 1,18; Hch 9,26) hacia el año 40; Bernabé disipa las sospechas contra él (Hch 9,27). Una visión del Señor en el templo lo confirma en su misión (Hch 22,17) y una conjura de judíos helenistas lo obliga a volver a Tarso (Hch 9,29-30; Gál 1,21; años 40-44). Bernabé va a buscarlo y se lo lleva a Antioquía, donde pasa un año (Hch 11,25-26).

Con una delegación de Antioquía sube a Jerusalén para llevar un subsidio (Hch 11,28-30; 12,25), aunque es posible que esta visita sea la misma que la de la asamblea, separada literariamente por Lucas (cf. Gál 2,1). Pablo, junto con Bernabé, es designado por el Espíritu para lanzar la misión de la comunidad de Antioquía (Hch 13,3). En la primera fase (años 46-49); los acompaña Juan Marcos, primo de Bernabé (Col 3,10). Zarpan de Seleucia puerto de Antioquía, y van a Chipre; en Pafos se convierte el procónsul Sergio y Saulo cambia su nombre po Pablo (Hch 13,7-12). Navegan hasta Perge de Panfilia y Juan Marcos los abandona para volverse a Jerusalén (Hch 13,13). Los dos misioneros recorren las ciudades del sur de Galacia (Hch 13,14-14,26). Ante la resistencia de los judíos, Pablo se dedica a los paganos (Hch 13,46-48).

El éxito de la misión suscitaba un problema: ¿había que obligar a los paganos a circuncidarse y observar la Ley de Moisés? Algunos del partido intransigente así lo sostenían (Hch 15,1), y se decide ir a Jerusalén (Pablo, Bernabé, Tito, cf. Gál 2,1.3) a plantear la cuestión de los Apóstoles (Hch 15,2). Triunfó la posición de Pablo (Gál 2,6), sostenida también por Pedro: la Ley no es necesria (Hch 15,7-11).

No obstante esto, Pablo tiene un incidente con Pedro en Antioquía (Gál 2,11-14), que no señaló tampoco el fin de las controversias sobre la Ley.

En la segunda fase de la misión, Pablo se separa de Bernabé por causa de Juan Marcos y toma por compañero a Silas (=Silvano: Hch 15,36-41). Visitadas las iglesias anteriormente fundadas en Asia Menor (en Listra se le asocia Timoteo, Hch 16,1-3; cf. Introd. a Cartas Pastorales, 1), llega hasta la costa frente a Europa, adonde una visión lo invita a pasar (Hch 16,6-10). Funda en Filipo su primera comunidad europea (cf. Introduc. Flp 1), pero encarcelado por un incidente sin importancia, tiene que marcharse a Tesalónica y, de allí, por la oposición de los judíos a Barea y Atenas (Hch 17,10.15; cf. Intro. a 1 Tes 1), donde fracasó en su intento de acercarse a los intelectuales (Hch 17,22-32).

Bajó a Corinto (cf. Introduc. a 1 Cor 1) y, pasado año y medio, partió para Éfeso con Áquila y Priscila; dejándolos allí, volvió a Antioquía (18,22) a fines del 52.

En la primavera del 54 empieza la tercera fase de la misión, cuyo centro de operaciones fue Éfeso (Hch 18,23-21,17), donde permaneció dos años y medio (54-57; Hch 18,10; 20,31). Desde allí escribe la carta a los Gálatas durante alguna prisión que sufriera. En la primavera del 57 le llegan noticias de Corinto y empieza el conflicto con aquella iglesia, a la que dirige varias cartas y hace al menos una visita (cf. Introd. a 1 y 2 Cor).

Mientras Tito (cf. Introd. a Pastorales 1) estaba en Corinto sucedió el motín de los plateros de Éfeso (Hch 19,23-20,1). Pablo a Macedonia, encuentra a Tito y se entera de la reconciliación de los corintios (2 Cor 2,12-13; 7,5-16). Llegado a Corinto a fines del 57, se detiene tres meses (Hch 20,2-3); escribe la carta a los Romanos, donde expone su plan de visitar Roma e ir a España (Rom 15,22-24; cf. Introd. a Rom 1).

Por encargo de los de Jerusalén había organizado una colecta en beneficio de los pobres de aquella comunidad; las comuidades de Galacia, Macedonia y Grecia (Acaya) contribuyeron a la misma (Rom 15,25-26; 1 Cor 16,1; 2 Cor 8-9). Para evitar una asechanza, toma el camino por tierra hasta Filipos (Pascua del 58), pasa a Asia Menor y se embarca para Jerusalén con varios compañeros. En Mileto se encuentra con los responsables de la Iglesia de Éfeso, convocados allí (Hch 20,16; 21-17); quería llegar a Jerusalén para Pentecostés (Hch 20,16).

Visita a Santiago y a los responsables, hace un voto por consejo suyo, pero se arma un motín en el templo contra él y lo meten en la cárcel , donde pasa dos años bajo el gobernador Félix, que residía en Cesarea (años 58-60; Hch 23,23-33). Con el nuevo procurador, Festo, Pablo, cansado de las insidias de los judíos, apela al tribunal del Emperador (Hch 25,11). Embarca con otros presos y, después de una accidentada navegación y un naufragio en Malta (Hch 28,1), llega a Roma en la primavera del 61 (Hch 28,15) y pasa dos años de arresto domiciliario, pudiendo recibir visitas libremente (ibíd., 17-28). Posiblemente entonces escribe las cartas a Filemón y Filipenses y quizá a Colosenses (cf.Introd a Col).

Si se consideran auténticas las Pastorales, Pablo volvió a Oriente, Clemente de Roma afirma que estuvo en España (cf. Introd. a Pastorales 2,4). Su muerte tuvo lugar, según Eusebio, hacia el año 67 en la persecución de Nerón.